¿Dólar, Lebacs o ladrillos inteligentes? Si de previsibilidad se trata, el «ladrillo inteligente” se sigue consolidando como una de las alternativas más confiables en el mercado, concretamente a través de condo-hoteles.

A diferencia de la compra de dólares, bonos o inversiones , hacerlo en un condo-hotel no solamente tiene una rentabilidad proyectada que supera a la media, sino que no depende de fluctuaciones cambiarias ni de imprevistos de mercado.

En la actual coyuntura, invertir en moneda extranjera, títulos públicos o letras del Banco Central es apostar sobre estándares volátiles sin previsibilidad ni estabilidad alguna. Los «ladrillos inteligentes”  bien planteados proyectan un 7% de rentabilidad anual sobre la inversión, más la revalorización del capital en el mediano plazo, con la posibilidad de entrar mediante un anticipo en pesos y cuotas que se ajustan sólo por inflación. Esto sucede a través del índice de la Cámara de la Construcción (CAC), lo cual le permite al inversor argentino sentirse más protegido ya que sus compromisos de aportes futuros están atados a la misma forma de ajuste que sus ingresos previstos en el país.

Los condo-hoteles otorgan además la seguridad inmobiliaria tradicional, ya que su inversión tiene no sólo el respaldo de los ladrillos físicos sino también la garantía jurídica del título de propiedad, a nombre del inversor. El hotel se subdivide en habitaciones, unidades funcionales independientes que, todas juntas, se explotan como un “pool” dando vida a un hotel como cualquier otro.

En la comparación rápida y directa con el dólar o el lebac, nadie puede asegurar al día de hoy si el valor de la moneda estadounidense es cara, barata, si la misma bajará, subirá, o bien aun subiendo, no se tiene certeza de cuándo ocurrirá. Basta con analizar los picos hacia abajo y hacia arriba que tuvo en los últimos días, como así también el amesetamiento de la moneda norteamericana durante muchos años, ya que se trata de una variable que tiene fuerte intervención de los distintos gobiernos de turno, por su gran impacto, no sólo en la macroeconomía en general, sino también en la política a nivel nacional.

 

Un cambio en el paradigma de rentabilidad

La principal ventaja de esta modalidad con respecto a las inversiones inmobiliarias tradicionales es la proyección de doble de rentabilidad si lo comparamos con el que produce el alquiler de un departamento para vivienda que en pocas ocasiones llega a superar el 3%. Los condo-hoteles actualizan diariamente sus tarifas, por lo que la rentabilidad acompaña la inflación en forma automática, cosa que no se logra con los contratos de alquiler por 2 o 3 años en los que el propietario queda atado a valores fijos en pesos por ese período, viéndose obligado a adivinar cuál será la inflación en los próximos años, convirtiéndose en una fuente adicional de incertidumbre.

 

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